miércoles, 23 de julio de 2008

Veterinaria

¿Cómo empezar a explicar ésto? Si este post le hubiera escrito el viernes pasado, estaría gritando a los cuatro vientos que me han aceptado en la carrera que yo quería a la primera: veterinaria. Sin embargo, ayer fuimos a hacer la matrícula y a ver las diferentes residencias. Cuando volví por la noche, me deprimí; me di cuenta de algo que llevaba reservado en mi interior desde que tenía 14 años y decidí más o menos qué quería: en septiembre dejaré de golpe mi vida aquí. Es un cambio tan brusco y radical, y al fin y al cambio, en esto, me siento una simple niña pequeña. Me duele tantísimo dejar mi vida... que mi mente no lo acepta, lo rechaza de golpe y se ciñe a "pero aún quedan 2 meses". Para muchos ir a una residencia es sinónimo de diversión y hacer amigos, para mí significa estar sola. No el "sola" de "libertad, independencia", sino el "sola" de "soledad". Es estar en una ciudad desconocida donde no conozco a nadie. No me quiero ir de aquí... es como si alguien me estuviera destrozando lentamente el corazón, y yo no puedo resistirme... Claro, si al menos fuera una estancia de un mes, de tres, de un año... ¡pero de 6 años es mucho! Lo único que agradezco es poder regresar el fin de semana a mi ciudad, a estar con mi gente, mis seres queridos. Ahora es cuando descubro por vez primera el significado real de soledad, el significado de querer, el echar de menos, el estar ausente... Sé a ciencia cierta que el marcharme me ayudará a mejorar como persona, a evitar a toda costa caer es mis peores defectos e intentar ser mejor. No será fácil, y puedo extraviar el camino, pero intentaré seguir la ruta que desde pequeña todos han intentado que continúe para que sea la mejor persona que puedo llegar a ser. Sé que a muchos les sonará a una tontería lo que digo. Pero me da igual, necesito liberar mis sentimientos, dejar que erosionen para amoldarme a ellos con mayor suavidad; porque no es lo mismo una montaña que un monte. Irme significará la conclusión de una etapa de mi vida, y llegar, el comienzo de una nueva.


Y hoy veo cómo se marcha la soledad.
Y si ahora ella se va,
¿cómo quién me quedaré yo?


[Veo borroso el camino,
y el horizonte se difumina.
No es el fin del mundo,
son mis lágrimas,
que inundan mis ojos.]

(Soledad, eres como la lluvia que cae;
eres lágrima, lágrimas del cielo;
eres húmeda y fría al principio,
pero tierna y cálida al final;
eres cruel pero fiel compañera;
eres el silencio, pero a la vez el grito;
eres... ¡eres tantas cosas a la vez!
...
Soledad, ¿estás sola verdad?)



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